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Cómo la IA revela valor donde los hoteles no lo ven

por Diogo Canteras - Founding Partner, HotelInvest

La incorporación de la inteligencia artificial (IA) en la industria hotelera ha pasado de ser una tendencia distante a convertirse en uno de los pilares fundamentales de la competitividad del sector. El objetivo no es reemplazar a las personas, sino aumentar la eficiencia, reducir costes y mejorar la calidad de las decisiones operativas. El punto de partida es comprender que gran parte de las tareas hoteleras son repetitivas, dependen de la previsión de la demanda e implican grandes volúmenes de datos, precisamente el tipo de actividad en la que la IA destaca.

Procesos como la fijación de precios, el control de inventario, la previsión de ocupación y la asignación de personal ya pueden automatizarse con un alto grado de precisión. Esto permite ajustes operativos en tiempo real y márgenes optimizados, especialmente en mercados competitivos. También se han logrado mejoras significativas en la experiencia del huésped, con asistentes virtuales, recomendaciones personalizadas y respuestas inmediatas a preguntas sencillas. Estos recursos permiten a los equipos centrarse en interacciones estratégicas, aumentando la percepción de valor del huésped, un valor que a menudo pasa desapercibido, incluso con grandes inversiones en mantenimiento e infraestructura física. La IA ayuda a dirigir los esfuerzos hacia lo que realmente impacta al huésped, transformando la eficiencia operativa en una experiencia memorable. La inversión en IA debe considerar tres factores principales: la calidad de los datos, la integración con los sistemas existentes y la preparación operativa del hotel; es decir, la existencia de procesos documentados, roles claros, un equipo capacitado, gobernanza de datos e infraestructura tecnológica capaz de soportar y operar soluciones de IA. Sin esta base, incluso las tecnologías más avanzadas pueden generar resultados inconsistentes o decisiones erróneas. Por lo tanto, la etapa de organización y estandarización de datos y procesos es tan importante como la propia adopción de la tecnología.

También es necesario evaluar los riesgos. La dependencia excesiva de algoritmos, los fallos de integración y los problemas de privacidad requieren una gobernanza clara y reglas bien definidas. Aun así, para la mayoría de las empresas, especialmente las medianas y grandes, los beneficios superan con creces los desafíos.

En el escenario actual, los hoteles que adoptan la IA estratégicamente pueden ganar eficiencia operativa, aumentar los ingresos y fortalecer su competitividad. Más que seguir una tendencia, se trata de transformar los datos en decisiones y las decisiones en estrategia. Ignorar este cambio significa no sólo perder terreno, sino también renunciar a la capacidad de utilizar la información para crear valor real y diferenciado.

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