por Chieko Aoki - Founder & CEO, Blue Tree Hotels

Nací en Japón y crecí en Brasil, dos países con culturas de hospitalidad ricas pero distintas. Si bien la esencia y el objetivo de la hospitalidad en ambas culturas son los mismos: servir a los demás con alegría y espíritu de servicio, la forma en que se expresa ese espíritu difiere profundamente.

Desde temprana edad, mi ikigai, mi razón de vida, se basó en la responsabilidad de cuidar a los demás. Este sentimiento nació con tan solo seis años, ayudando a mis padres, inmigrantes japoneses, a desenvolverse en un nuevo país. Con los años, este sentido de responsabilidad evolucionó y se convirtió en la base de mi trayectoria personal y profesional.

Cuando fundé Blue Tree Hotels, traje conmigo la precisión, el valor de las conexiones, la profundidad y el respeto del Omotenashi japonés, y los fusioné con el espíritu brasileño: cálido, flexible, espontáneo y lleno de conexión emocional. A partir de esa combinación, creamos un nuevo enfoque de la hospitalidad: uno centrado en el ser humano, enriquecido culturalmente y profundamente comprometido con marcar la diferencia en la vida de las personas. 

En Blue Tree, creemos que la hospitalidad es mucho más que un servicio: es una forma de cuidar. Cuidamos de las personas: huéspedes, miembros del equipo, inversionistas, socios y todos los que interactúan con nuestros hoteles. Y lo hacemos con dos pilares fundamentales: hospitalidad y responsabilidad.

Esta convicción nos llevó a crear lo que llamamos el Alma Blue Tree, el alma de nuestra empresa. Está simbolizado por un árbol azul, arraigado en sólidos principios y valores. De sus raíces crecen ramas y hojas que representan las acciones diarias que realizamos para garantizar el bienestar, la comodidad y la seguridad de todos a quienes servimos.

El Alma Blue Tree se guía por tres raíces y un total de 21 principios:

• Las 7 Actitudes para Recibir Bien

• Las 7 Reglas para Servir Bien

• Los 7 Pasos para Cuidar Bien

Cada raíz tiene una responsabilidad clara:

La primera es crear oportunidades para el desarrollo de nuestra gente, para que puedan crecer y alcanzar sus sueños.

El segundo es contribuir al desarrollo de la hospitalidad brasileña, valorando nuestros dones únicos: calidez, espontaneidad y alegría contagiosa.

El tercero es contribuir a elevar el nivel general de servicio en Brasil. Creemos que, al impulsar la excelencia en el servicio, ayudamos a construir una nación más funcional, unida y próspera.

En un mundo cada vez más impulsado por la automatización y la inteligencia artificial, la calidez humana no solo es valiosa, sino esencial. La tecnología puede mejorar la eficiencia, pero solo la conexión humana puede consolar, sanar y transformar vidas.

Creo firmemente que las mujeres, al igual que en los sectores de la hostelería y los servicios, desempeñan un papel esencial en la construcción de un mundo mejor. Somos capaces de liderar con empatía, forjar vínculos y crear comunidades inclusivas y alegres. Hombres y mujeres en el sector turístico y hotelero, juntos, con un propósito común, pueden acelerar la construcción de ese mundo que interpretó John Lennon en su canción "Imagine". 

Seguiré utilizando la hostelería no solo como una estrategia empresarial, sino como un propósito de vida: una herramienta para la unidad, el cuidado y el bienestar colectivo.

Viva la hospitalidad. Viva la conexión humana.